Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Cada gesto suyo era pura maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales https://haleemauwvg085662.blog-kids.com/38930956/zidane-y-el-momento-más-polémico-de-su-carrera